martes, 2 de octubre de 2012

LAS HUMANIDADES EN UN MUNDO TECNOLÓGICO por Andrea Quesada


En un mundo donde la tecnología está abarcando la mayoría de todos los aspectos de nuestra vida, es difícil encontrar sitio para el mundo de las humanidades y, en contreto, la lectura. Cada día es más difícil introducir la lectura -y los grandes beneficios que la acompañan- en la sociedad, dados los avances tecnológicos que hacen que sean preferibles, y tendamos a preferir, pasar más tiempo delante de un televisor que a la lectura de un buen libro.
Esto se da principalmente en los jóvenes y adolescentes de hoy en día, ya que estos, al pertenecer a una "generación tecnológica", tienden a preferir este último ámbito, pues les aporta más información de manera rápida y sencilla, en contraposición al tiempo necesario y el esfuerzo que implica la lectura de un buen libro.
Personalmente, me entusiasma leer y siempre que tengo algún rato libre, me gusta emplearlo en la lectura, así como siempre procuro tener algún libro que aún no haya leído en la estantería. No obstante, esto no ha sido siempre así para mí. Con esto me refiero a que no siempre he estado interesada por la lectura; es más, cuando era más pequeña, odiaba leer. Así que, con este ejemplo, intento demostrar que nunca es tarde para empezar a leer y hacer de este uno de tus "hobbies". 
Quizás, lo que hay que hacer es intentar acercar a los jóvenes hacia una lectura que les resulte interesante, a temas por los que se sientan atraídos. Lo que les hace decantar a los jóvenes hacia las nuevas tecnologías es lo que se conoce con el nombre de "lecturas obligatorias", que son aquellas que te has de leer por obligación para el colegio. Estas lecturas no suelen ser del agrado de los adolescentes no solo porque no les interese la historia, sino también por el simple hecho de que están obligados a leerlas. Este simple detalle hace que se juzgue y se generalice y, por tanto, se piense que todos los demás libros son de esa misma línea. Es a partir de ahí cuando el interés por la lectura disminuye aún más. 
Con todo lo dicho, mi conclusión sigue siendo la planteada anteriormente: tienes que leer algo que te guste y en lo que se esté interesado. A partir de ahí, descubrir el placer de la lectura es muy sencillo, ya que el ser humano tiende a querer obtener más de una sensación gratificante. Y entras así en la cadena de leer más y más libros, y a disfrutar más de ellos. Al mismo tiempo lo ideal sería compartirlo con el mundo tecnológico que, en la mayoría de los casos, complementará la lectura. De esta sencilla forma, se podrá disfrutar de la tecnología y de las humanidades a la vez que recibes todos los beneficios de ambas.

ANDREA QUESADA GARCÍA     2º BACHILLERATO HUMANÍSTICO Y SOCIAL

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